martes, 30 de julio de 2019

Entra la luz.



Entra la luz.

Cuando los ojos de un caballo
se abren ante mí
su alma se revela
y su respirar acompasa mi corazón.
No quiero irme de su lado;
su luz me retiene,
me hipnotiza y me siento vital.
Soy uno con el caballo
en sintonía con todo lo que nos rodea.
Mis músculos se relajan,
mi mente se aquieta,
mi corazón se apacigua,
mi sombra desaparece,
mi ser se equilibra;
entro en un estado de ensoñación
difícil de describir con palabras
pero más difícil aún de olvidar.
Todo eso me provoca
cuando los ojos de un caballo
se abren ante mí.

miércoles, 8 de mayo de 2019

A mi querida sobrina Helena

A mi querida sobrina Helena


Linda nubecita
que del cielo caíste,
al ver por primera vez
tu carita de algodón,
mi corazón jubiloso
rebalsó de emoción.

Cuando tus ojos abriste
como dos pétalos de rosas,
de tanta felicidad,
no pude dejar de llorar.

Entre los brazos de tu madre,
que te arrullan con ternura,
resalta tu boquita
dormida entre dos cachetes,
suavecitos como pompones
calentitos y regordetes.

Helenita de mis amores,
sobrina de mi corazón,
prometo que toda mi vida
a tu lado siempre estaré,
mimándote como a una princesa
y ayudándote a crecer.

lunes, 29 de abril de 2019

El campo, mi apuesta

El campo, mi apuesta

Nunca miro hacia abajo,
voy con la frente bien alta
y, como mi corazón lo dicta,
tengo que apostar para ganarle a la vida.

El desafió no está en la ciudad,
en dónde el miedo me paraliza.
Mi vida está en el campo
donde libre realmente me siento.

Estoy seguro que falta poco
para cumplir ese gran sueño
de irme a vivir afuera
y disfrutar finalmente a pleno.

Allí fuerte como un roble piso
y escucho con atención al viento
que suave y casi en silencio
se duerme entre las hojas.

También puedo deleitarme
con el galope de los ruanos
y el dulce murmullo que hacen
cuando comen su alimento.

Estoy totalmente dispuesto
a hacer todo lo que esté a mi alcance
para por fin mudar mi alma
a la tierra de los caballos.

lunes, 11 de marzo de 2019

Sensación de libertad



Sensación de libertad

Cuando monto a caballo
mi alma se renueva
mi cuerpo se energiza
y mi mente se despeja.

Mis músculos se tensan
con la fuerza de los suyos.
Mi sangre se acompasa
con el latido de su alma.

El olor de su nobleza
hace crecer mis fuerzas
y quedo hipnotizado
con su crin danzando al viento.

Aún me queda por aprender
de tan noble compañero
y cuando ambos seamos uno
lograré andar por la vida
sin montura y sin riendas.


A mis caballos que me dan tanta felicidad, que me permiten perderme en sus miradas y trabajar día a día para ser mejor persona.

Miguel A. Padilla

lunes, 18 de febrero de 2019

Carta a mi abuela Aita



Querida abuela Aita:
Hace poco viajé al sur, vi lugares muy lindos y pensé mucho en vos y los momentos que vivimos juntos cuando era chico.
Perdón porque tardé en escribirte, pero no me sentía bien para hacerlo. Ahora que estoy más tranquilo, te dedico estas líneas.
En el alma de cada uno de nuestra familia veo la alegría y la energía para seguir viviendo que vos nos regalaste.
En mi sonrisa se ve reflejada la tuya. Aunque todavía me falta tener un poquito más de tu fuerza, sé que la voy a conseguir pensando en vos todos los días y lo buena abuela que fuiste al estar a mi lado siempre, tanto en los buenos como en los malos momentos.
Aita, extraño mucho el olor de tus comidas. Te quiero

Miki, tu único nieto varón.

Miguel A. Padilla

sábado, 10 de noviembre de 2018

Hola sobrina.


Hace poco tuve dos golpes muy duros y la noticia de tu llegada me alegró la vida. Sabé que viniste a una familia en donde lo que más va a sobrar es amor. Quiero ser tu tío amigo y espero que podamos compartir lindas cosas, aunque yo soy difícil; ya me vas a conocer.
Todavía, tus papás están pensando en tu nombre, pero tranquila, tu mamá es muy inteligente, lee mucho de historia y, seguramente, va a saber elegir un nombre de alguna mujer famosa de la historia que te quede muy bien. Vas a ser su primera hija, pero no te hagas problema, como te dije, ella es muy inteligente y aprende muy rápido; si le tenés un poco de paciencia, va a ser la mejor mamá del mundo. A tu papá no lo conozco tanto, pero, si lo eligió Ceci, estoy seguro que va a ser muy buen papá.
También vas a conocer a tus dos tías que son fantásticas pero un poco intensas. Tu tía Emi es la más “tranquila” y cuando necesites algo de paz, ella va a poder ayudarte y, seguramente, te va a dar ánimo para que sigas adelante sin importar lo que digan los demás. Ella va a ser quien te enseñe cosas de la naturaleza. Y si querés aprender de moda y saber cómo ahorrar, la tía Luli es la mejor. Te recomiendo que con ella vayas de shopping. También es muy buena escuchando y dando consejos.
De tus abuelos, ¿qué te puedo decir? No te los vas a poder sacar de encima. Ya la veo a tu abuela tirada en el piso jugando con vos. En ella vas a encontrar una gran sonrisa todos los días de tu vida y, apenas pueda, te va a llevar a andar a caballo. Quien te va a hacer reír mucho con las historias familiares va a ser tu abuelo, él es el más cómico y bueno de la familia igual que tu bisabuelo. Cuando necesites algo, consúltalo a él que, estoy seguro, te va a ayudar a conseguirlo. Los dos son unos genios.
También está el tío Chocolate, el marido de Lui. Yo te voy a enseñar como pedirle cosas y convencerlo para que te las consiga. El novio de tu tía Emi es muy metido para adentro, pero de a poco va a dejar que lo conozcas. Él es muy canchero.
Así que esta es tu familia. No veo la hora de que nazcas. Sabé que estoy muy nervioso y contento a la vez de que vengas a este mundo. Te quiero mucho y acá estoy, esperándote del otro lado de la panza.
Tu tío Mike


Miguel A. Padilla

domingo, 9 de septiembre de 2018

Mis tres caballos criollos


Mis tres caballos criollos
tienen sus almas distintas
con las que mi espíritu gaucho
se envuelve de pasión.

Pese a lo oscuro de la noche
a cada uno distingo,
por el pasar de sus patas,
por su singular resoplido
y el furor de sus corazones.

Sus miradas me atraviesan
brindándome una libertad salvaje
y con inconmensurable nobleza
me brindan su eterna amistad.


Miguel A. Padilla

Entra la luz.

Entra la luz. Cuando los ojos de un caballo se abren ante mí su alma se revela y su respirar acompasa mi corazón. No quiero irme de su ...